Macri dio a entender que el traspaso ya es un hecho. Es un reclamo que exigían las provincias para acatar al recorte fiscal
Tras semanas de negociaciones, se concretó uno de los puntos más discutidos en la pulseada por el ajuste fiscal que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Presupuesto 2019: el presidente, Mauricio Macri, asumió que el traspaso de los costos de las empresas de energía eléctrica Edenor y Edesur a la administración bonaerense y a la de la Ciudad de Buenos Aires, es un hecho.
En una entrevista con la radio Cadena 3, de Córdoba, aseguró: «Le estamos traspasando Edenor y Edesur a la provincia de Buenos Aires porque es más justo, porque es la manera de ir equilibrando el gasto estatal para que el Estado no se vuelva una mochila».
Para el mandatario, el reclamo de las provincias del interior que alentaban esta decisión es «lógico» ya que los subsidios que reciben tanto el distrito que dirige María Eugenia Vidal como el que gobierna Horacio Rodriguez Larreta están «desfasados» y es por eso que «las tarifas han subido más en Buenos Aires que en interior para que se reconozca el verdadero valor de la energía».
Macri afirmó sobre la existencia de un «plan» con gobernadores, sindicatos y empresas para que en sus dos años y medio de gobierno se haya producido «cada vez más» al tiempo que auguró a que «en dos años seremos exportadores netos de energía y eso es más competitividad». De esta manera, elogió el pacto alcanzado por los sectores para el desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta.
«Argentina pasó a ser un país que exportaba energía a uno que importa, lo que nos llevó a una situación catastrófica que casi nos lleva a ser Venzuela», aseveró. Por otro lado, anticipó una nueva suba de las tarifas de luz y de gas cuando insinuó: «Hoy estamos al 70% del valor de la energía, arrancamos en poco del 10%».
Según consignó La Nación, además de los costos de las empresas de energía eléctrica, la Provincia y la Ciudad deberán hacerse cargo de los subsidios a los trenes y colectivos metropolitandos. Se mantiene aún en suspenso, la asistencia estatal a la compañía de agua AySA, a pesar de que dificilmente podrá ser transferida, de acuerdo a fuente de la Casa Rosada.
